Desgarrando la piel.
Círculos de sombras
Con agonía del barro,
Cuando lloraste en el río
Y maldeciste el pantano.
Junto a la risa
Y asesinando una mirada,
Sabías la sangre que corría
Y la burla derramada.
Nunca es dos la lluvia de ceguera
Durante tu sonrisa
Que oculta tu tristeza.
Arranca tus raíces
Y podré pensar un poco.
Arranca tu piel del fuego
Y podré construir un corazón nuevo.
Naufragándome.
Cuando el bote se aleje,
Cuando la orilla no sea nada más que un recuerdo,
Ahí estaré
Tapiado en alguna parte de tu corazón.
Yo, el fantasma del barco hundido,
Seré parte de tu alguna vez preciado tesoro.
La oscuridad no obedece las voces.
Ya se ha navegado lo suficiente para volver a tierra.
No hay lágrimas en el cielo.
Fugaz viento en el océano,
¡Eso seré cuando la noche sea eterna!
Inesperada dirección,
¡Eso será el día a día!
Entonces cuando el bote se afronte,
Cuando la orilla sea arena,
Seré sólo un grano de arena
En tu reloj de tiempo.
Morfinómano.
Retengo pensamientos de oscuridad,
Podría conquistar a la muerte.
El cielo no ha concedido salir estrellas.
¿Será porqué es un mundo de espectros?
No floreces libre del daño.
El veneno transita como ciudadano
Tan infeccioso como una enfermedad,
Tan abundante como el oxígeno.
El mundo sigue un movimiento.
No soy como ellos.
Subsisto externo a entender.
No soy razonable.
No despertaré ante mortíferas miradas;
Respiraré, adictamente, en mi burbuja.
El mundo caminará en un trazado
Y he tomado la línea contraria.
El tiempo transcurre.
No esperará a ninguno.
No se apiadará del viento, ni el anochecer.
Sólo Seré un soñador
De utópicos mundos deseados.
Los sueños me procuran vida.
Y mi vida únicamente es pasión.
Entre la cerradura de la puerta el viento se oye pasar.
